El papel de un abogado en la sociedad neerlandesa va más allá de prestar asistencia jurídica. Los abogados desempeñan un papel crucial a la hora de garantizar la justicia, la imparcialidad de los juicios y el mantenimiento de la confianza pública en el sistema jurídico. Al colegiarse, los abogados neerlandeses prestan juramento, comprometiéndose a actuar con independencia, integridad y ética. Cualquier desviación de estos principios, como la participación en actividades ilegales, puede acarrear graves consecuencias.
El juramento y el marco ético
La base de las obligaciones profesionales del abogado neerlandés se establece en la Ley de Abogados. Esta ley, junto con el Reglamento de Conducta 2018 del Colegio de Abogados de los Países Bajos (Colegio de Abogados de los Países Bajos), proporciona un marco global para mantener un alto nivel de profesionalidad y ética.
El juramento que prestan los abogados es una promesa solemne de respetar el Estado de Derecho, actuar en el mejor interés de sus clientes y cumplir las directrices éticas de la profesión. Las Reglas de Conducta establecen explícitamente que los abogados deben comportarse de manera adecuada a su función. La Regla 1 de las Reglas de Conducta establece:
"Dada su especial posición en el sistema jurídico, el abogado está sujeto a un deber de práctica profesional respetable. Este deber se aplica a su cliente, a las otras partes implicadas en la administración de justicia y a su profesión, y se basa en los intereses de la correcta administración de justicia."
Prohibición de actividades ilegales
La expectativa de que los abogados actúen como modelos de conducta no es sólo una aspiración. Los abogados neerlandeses tienen prohibida legal y éticamente cualquier forma de actividad ilegal, incluidos delitos como la difamación y la calumnia.
Según el artículo 261 del Código Penal, la difamación se define como el daño deliberado al honor o la reputación de una persona mediante la divulgación de acusaciones concretas. La calumnia (artículo 262) va un paso más allá e implica difamar a sabiendas de que las acusaciones son falsas. Ambos delitos pueden dar lugar a acciones penales:
Artículo 261 del Código Penal:
- El que intencionadamente difame el honor o la reputación de alguien denunciando un hecho determinado, con el fin aparente de darle publicidad, será castigado, como culpable de difamación, con pena privativa de libertad no superior a seis meses o multa de tercera categoría.
- Si lo hace mediante escritos o imágenes distribuidos, expuestos públicamente o mostrados, será castigado con pena de prisión de hasta un año o multa de tercera categoría.
Artículo 262 del Código Penal:
El culpable de difamación o calumnia, cuando sepa o deba sospechar razonablemente que el hecho que imputa es contrario a la verdad, será castigado con pena privativa de libertad no superior a dos años o multa de cuarta categoría.
Aplicación en el sistema jurídico de Aruba
Estos principios también se aplican en el sistema jurídico de Aruba. En Aruba, la conducta de los abogados está regulada por la Reglamento de los abogados. Este reglamento obliga a los abogados a prestar juramento o promesa en una sesión pública del Tribunal cuando se inscriben en el Tribunal Común de Justicia. Este juramento subraya su obligación de actuar de forma legal y ética.
El Código Penal de Aruba también se ocupa de delitos como la difamación y la calumnia. Aunque los artículos pueden estar numerados de forma diferente que en los Países Bajos, el núcleo de la normativa sigue siendo coherente. La participación en difamación o calumnia se considera un delito penal que puede dar lugar a sanciones legales.
Además, Aruba cuenta con un sistema disciplinario para hacer frente a los abusos dentro de la profesión jurídica. El Consejo de Supervisión y el Sala de Recurso desempeñan un papel crucial en este sentido, y las posibles sanciones incluyen advertencias, suspensiones y exclusión de la lista.
Consecuencias de la mala conducta
Los abogados que incumplen sus obligaciones éticas o incurren en conductas delictivas se enfrentan a consecuencias jurídicas y profesionales. El Colegio de Abogados de los Países Bajos cuenta con un sistema disciplinario para hacer frente a estas infracciones. Las sanciones posibles incluyen advertencias, multas, suspensión de la práctica profesional e incluso la eliminación del registro. Estas medidas ponen de relieve la seriedad con la que la profesión considera la mala conducta y subrayan la necesidad de que los abogados salvaguarden la integridad.
Implicaciones generales
La prohibición de actividades ilegales, incluidas la difamación y la calumnia, tiene una doble función. Protege a los individuos y a las instituciones de cualquier daño, al tiempo que salvaguarda la reputación de la profesión jurídica. La confianza en el sistema jurídico es vital para la estabilidad social, y los abogados, como servidores públicos de la justicia, tienen la responsabilidad única de mantener esta confianza.
Conclusión
Los abogados neerlandeses y arubanos están obligados por su juramento y por las normas éticas de su profesión a comportarse con la máxima integridad. La prohibición de participar en actividades ilegales, como la difamación y la calumnia, no es sólo un requisito legal, sino también un deber moral. Al adherirse a estos principios, los abogados garantizan la correcta administración de justicia y mantienen la confianza pública en el sistema legal. Para cualquier abogado, desviarse de este camino no es sólo una violación de la ley, sino también una traición a los principios que ha jurado defender.